Por María Cruz Ciarnello / 5 de Abril de 2013
ESCUELA MADRES DE PLAZA 25 DE MAYO
NO NOS HAN VENCIDO
La Escuela de Enseñanza Media N° 514, ubicada en
Pasaje Lejarza al 5400, fue bautizada con el
nombre de Madres de Plaza 25 de Mayo. La
elección fue fruto de un intenso trabajo de
memoria que comenzaron los docentes hace varios
años atrás. El último 25 de marzo, el acto de
imposición contó con la presencia de autoridades
provinciales, municipales y fundamentalmente, de
las queridas Madres de nuestra Plaza. Un
homenaje lleno de memoria. Una mecha que se
enciende en los más pibes. Porque no nos han
vencido, hoy, la escuela del Triángulo abraza a
las Madres.

I
Fueron los pibes los que eligieron el nombre
de las Madres para su escuela.
Ellos fueron quienes les dedicaron sus poemas,
quienes llevan en su espalda las palabras
Memoria, Verdad y Justicia, como huellas que se
tatúan no solo en sus uniformes escolares sino,
y sobretodo, en sus historias de vida.
Tienen 15, 16, 17 años. Son adolescentes que
empiezan a reconstruir el entramado de nuestra
historia reciente. Y se preguntan: ¿Quiénes son
esas mujeres que rondan cada jueves por la
plaza? ¿Qué hicieron? ¿Por qué giran con sus
pañuelos blancos desde hace más de 30 años?
Son los docentes los que orientan cada respuesta
en busca de la verdad, revalorizando la luminosa
lucha de las Madres de la Plaza 25 de Mayo.
Tras cumplirse 37 años del último golpe
genocida, la Escuela de Enseñanza Media N° 514
fue bautizada con el nombre de las Madres;
nombre de mujer. Ya no es más un número el que
identifica a la escuela de Barrio Triángulo de
Rosario. Ahora, son los pañuelos blancos los que
se lucen en el escudo oficial, en las remeras de
los pibes y en el ingreso a la escuela.
La sangre se multiplica.
II
Entre jóvenes y libros escolares,
resplandece la resistencia de las viejitas
Madres de la Plaza 25 de mayo, las que caminan
despacito y con firmeza, las que hablan suave,
soltando intensas palabras que retumban en la
memoria colectiva. Se iluminan sus rostros
arrugados por el tiempo y la plaza que tanto las
abriga.
El patio de la escuela también muestra otras
tantas maneras de resistir. La violencia de
género aparece reflejada en un mural, junto a
muchos otros. Las paredes pintadas son puro
movimiento. Los pibes ríen y conversan en un
lugar donde la palabra circula. Esta escuela,
hoy más que nunca, es un espacio de aprendizaje.
III
"El nombre Madres de Plaza 25 de mayo
representa todo aquello que con empeño y
esfuerzo fuimos alcanzando. Las Madres hicieron
su primera visita en el año 2008 para acercarles
a los alumnos el tema de los derechos humanos.
El año pasado, también estuvieron presentes. El
nombre Madres comenzó a sonar con fuerza. Ellas
nos han transmitido la humildad para trabajar en
equipo, evitando individualidades y viendo las
necesidades de todos, el amor por lo que
hacemos, la esperanza de una educación para los
alumnos, el dolor por las injusticias cometidas,
el respeto por el derecho de las personas, la
lucha permanente por encontrar la verdad, la
sonrisa que aparece y nos comunica con el otro,
la honradez con lo cual demostraron que nuestro
paso por la vida no es en vano. El reclamo de
las causas justas solo puede llevarse adelante
en grupo, sin violencia y en el marco de la ley.
Por todo lo nombrado, y por mucho más, es que la
escuela se enorgullece de llevar el nombre
Madres de Plaza 25 de mayo. Asumimos desde aquí
el compromiso de preservar el espacio de la
memoria", dijo la directora de la escuela,
Silvia Ghisleri, en el acto de imposición del
nombre que contó con la presencia del gobernador
de la provincia, Antonio Bonfatti, de la
Intendenta Mónica Fein, de la Ministra de
Educación, Claudia Balagué y diputados y
concejales de la ciudad.
En este acto también circuló la palabra de los
chicos y de las Madres en la voz de Chiche Pozzi
de Massa. Hubo tiempo para la entrega de flores,
el reconocimiento, el tan merecido homenaje.
Hubo espacio para la poesía, el regalo de
aquellas palabras que se cocinaron en el aula,
en el puño de los pibes escribiéndoles a ellas,
a las Madres.
El sol arde, tanto como la memoria.
IV
Aída Albarrán era, hasta hace poco tiempo,
la profesora de Lengua de la 514. Ya jubilada,
el viejo anhelo de bautizar la escuela con el
nombre de Las Madres, se concretó. Sus ojos
emocionan. Ella fue quien -junto a otros
docentes de la escuela- motorizó la idea del
nombre para la escuela.
"Esto significa la culminación de un proceso que
se inicia en 1999. Hicimos un trabajo sobre los
derechos humanos de una manera muy intensa,
trabajamos también discriminación y educación
sexual, y dentro de ese trabajo se hizo mucha
referencia a la última dictadura militar.
Finalmente trabajamos en este proyecto. Hay
muchos chicos que participaron y que ya no están
en la escuela, y también hay chicos nuevos que
se están involucrando y están conociendo y se
están comprometiendo. Los chicos nos enseñan a
nosotros", relata Aída.
Luego, en voz alta, dirá unas palabras hacia las
Madres, a quienes acompaña cada jueves en la
plaza, recordará la fábula de las ovejas de
Augusto Monterroso, y expresará deseos que
hablan de identidades: "A pesar de que nuestra
escuela tiene identidad, las Madres continúan
reclamando que se les dé la identidad que les
corresponde a cada uno de sus hijos, qué se les
dé el nombre a lo que no se nombra: quiénes
fueron, porqué lucharon, porqué los
desaparecieron, quién los declaro culpable y
porque delito sin que hayan sido sometidos a
ningún juicio. Ellas, allí donde las palabras de
Videla 'los desaparecidos no están',
pretendieron instalar un hueco, ellas instalaron
un pedido: Memoria, Verdad y Justicia. Y
construyeron un espacio colectivo que ningún
ataque logró quebrar. Todavía esperan muchas
respuestas. No aceptan que los condenen a sus
hijos a una doble desaparición. Sus hijos
actuaron y se comprometieron con pasión y
convicciones con el momento histórico que les
tocó vivir. En el pañuelo de las madres están
las tres generaciones de argentinos afectadas
por la dictadura militar. Ellas les pusieron el
cuerpo a los reclamos, se hicieron fuerte en las
calles porque ahí se encontraron en la búsqueda
de lo más querido: un hijo. Y sus hijos están
presentes hoy acá".
Aída Albarrán también recordó a la ex
vicedirectora María Cristina Salmerón,
recientemente fallecida, quien "nos dio libertad
para trabajar, opinar, disentir y proponer.
Alentó todo proyecto vinculado con los derechos
humanos. Desarticuló prejuicios, cultivó la
paciencia y nos inculcó aprender con los alumnos
y a construir de manera colectiva y democrática.
La huella que dejó en nuestra escuela hoy está
en este nombre".
La construcción colectiva que supuso la elección
del nombre nace del debate y la discusión, del
compartir ideas y convicciones. Del trabajo en
conjunto con alumnos y toda la comunidad
educativa. Nace del compromiso de docentes que
intentan transmitir a sus alumnos lo que nos
pasó como pueblo. El nombre del periodista y
escritor asesinado por la dictadura militar,
Rodolfo Walsh, era otro de los nombres
propuestos. Los chicos eligieron y la moción de
Las Madres obtuvo 167 votos. Todos destacan: "lo
importante fue la posibilidad de elegir".
"En un país en donde las mujeres han sido
discriminadas, sugeríamos nombrar a la escuela
en femenino. Planteábamos en el comienzo mismo
del proyecto, y siguiendo las palabras de Rubén
Naranjo, "si busca dignidad, vaya a la plaza".
Proponíamos reconocer a un grupo de mujeres que
son ejemplo de vida, valorar un esfuerzo
sostenido en el tiempo que es un valor que
intentamos transmitir en la escuela. Nuestra
escuela como construcción colectiva lleva el
nombre de las Madres", expresó una de las
docentes.
El aire suspira, como los acordes de la orquesta
del Triángulo.
V
Rocío, 15 años, dice:
-Para nosotros es un orgullo. Y esto queda poco
ante lo que ellas tendrían que recibir.
-Es un honor -, acota Axel.
Y Brian, 17 años, agrega: -Es un privilegio por
lo que representan para el pueblo argentino y
ahora para lo que van a representar para nuestra
escuela-.
¿Pueblo? Sí, los pibes hablan de pueblo, de
luchas, de desaparecidos. Aunque a muchos les
provoqué repulsión, los adolescentes en las
escuelas mantienen viva la memoria colectiva. Y
esta, es una batalla ganada.
-Ganó el nombre de las madres porque nos
sentimos orgullosos con ellas- me dice Roberto.
Y Axel, sin dudarlo, sintetiza: -Aparte, es la
única escuela con ese nombre. Es la primera-.
Las visitas de las Madres a la escuela fue un
encuentro, además de generacional, fundamental
para el acercamiento de los chicos a su lucha.
Allí, comenzaron a trazarse vínculos que
probablemente, jamás puedan ser olvidados por
estos pibes que apenas cruzan los 15 años.
-Nos contaron lo que pasaron en esos años de
lucha y cómo lo vivieron. Tenemos la memoria
para recordar el Nunca Más.
Brian, suelto de palabras y con fuerza, remarca:
-Nosotros no vivimos ese tiempo y no podemos
sentir lo que se vivió, pero creo que con esto
intentamos entender la historia y de eso,
aprender y transformarlo.
VI
Chiche Massa tomó la palabra para hablar en
nombre de todas.
"Este es un día especial. Estamos agradecidas y
contentas. A lo mejor resulta un poquito largo
el nombre, pero también es cierto que largo es
el tiempo que andamos y nos conocemos, en las
escuelas o en las visitas que ustedes nos
hicieron. Las Madres comenzamos nuestra lucha
buscando en dependencias judiciales, policiales,
cuarteles, buscando a ese ser que nos habían
arrebatado. Nos dicen que no están, que no
tienen identidad, que son NN, pero nuestra lucha
pacífica pero no pasiva continúa firme,
inclaudicable, tenaz, sin revancha. Fuimos las
primeras en señalar el camino de la resistencia
y la dignidad. Y en este largo trayecto, muchas
madres ya no están", expresó.
A los jóvenes, Chiche también les habló:
"Defiendan esta democracia que no es perfecta,
pero es preferible a una dictadura", dijo la
histórica Madre de la Plaza 25 de Mayo. Reclamó
por la celeridad de los juicios y agradeció a
las autoridades de la escuela y a sus alumnos
por este "cariñoso mimo".
"Nosotras aceptamos con agrado y beneplácito,
pero como un homenaje y compromiso con aquella
generación que abandonó el egoísmo para abrazar
la causa de la justicia, para vivir siempre en
nuestros corazones, en nuestra memoria que no
olvida ni perdona y en esta lucha cotidiana por
la concreción de aquellos sueños, nuestros
sueños, de un país lindo y justo para todos".
Las otras Madres escuchaban a su compañera.
A todas, les arrebataron a sus hijos.
Luego, cada una recibió un poema escrito y leído
por los propios chicos.
Poemas para ustedes: "Siempre estarán presentes
en nuestra memoria", rezaba el escrito de Axel.
Roberto escribió: "Les agradecemos que la
escuela tenga su nombre. Ustedes son nuestra
inspiración. Se juntan todos los jueves a la
tarde en la plaza para seguir haciendo justicia.
Nosotros anhelamos ser como ustedes". Sacha lee:
"al final, cuando cesó la tempestad y la
oscuridad, su fuego siguió ardiendo, y con
algunas nubes negras, continuaron iluminando su
camino". "Mujeres llenas de luz, ustedes dieron
todo a pesar de los riesgos. Nunca pidieron
grandes cosas, solo lo que más amaban en su
vida: sus hijos", enfatizó Brian. Roció finalizó
la lectura con su poema: "Queremos decirles que
nosotros estamos y vamos a estar siempre".
A un costado, se escuchaba la música. Violines
haciendo memoria.
Eran los pibes de la escuela quienes, además de
ser parte de esta historia, construyen la propia
a través de la Orquesta del Triángulo.
Porque después de todo, no nos han vencido.
**//**
Imagen: Carina Barbuscia sobre foto de
www.agenciafe.com
Publicado en EnRedando / Edición del 29 de marzo
de
|