Por Grupo Editor / 15 de Marzo de 2013
LA POESÍA VIVA DE LAS MADRES
LOS POEMAS DE ELENA
Hacia 1998, Elena Lucas Belmont, Madre de la
Plaza 25 de Mayo, docente y poeta, preparó -a
pedido de integrantes del Concejo Deliberante de
Rosario- la edición de su libro, "Todo te
sobrevive". Postergado luego una y mil veces, el
poemario vio la luz pública casi diez años
después, en 2007, de la mano de la Editorial
Municipal de Rosario. En el camino quedaron
poemas, correcciones y prólogos que Elena -que
partió hacia otros arrabales en mayo del 2005-
pidió a varios compañeros: Laura Capella, Ana
Granata y Rubén Naranjo. De éste último,
profesor y artista plástico, es el que
transcribimos a continuación, junto a una
introducción a los poemas redactada por la misma
Elena.
Audio: Elena Belmont - Como somos las Madres
PALABRAS PARA ELENA / Por Rubén Naranjo LLegás los jueves con paso breve, con
pañuelo blanco, con colores que inquietan a la
Plaza, con collares generosos, con sonrisa
tierna, con voz muy leve, apenas un susurro,
apenas una caricia.
Llegás de un tiempo de amores serenos y
profundos, de arcillas modeladas, de palabras
tejedoras de poemas festejantes de la vida. De
versos arrancados al dolor de las ausencias.
También de ese tiempo… pero llegás siempre.
Podrías morar en la elegía. Pero no, no es esa
tu elección, porque tu voz, apenas un susurro,
apenas una caricia, a veces crece, crece, invade
y como un torrente inunda, se hace alarido.
Entonces dice historias de proscriptos, de
quimeras rotas, de fundadores de utopías, de
soles en manos fraternas, de sueños
acribillados, de mutilaciones, de asesinos y de
cómplices.
Cuando finalmente el silencio nos atrape y otros
ojos reconozcan el paisaje que hoy miramos, tu
voz, apenas un susurro, apenas una caricia -pero
torrente y beso- permanecerá aquí, entre los
altos árboles de la Plaza, reclamando por tu
hijo, por todos los hijos y por todos los seres
humanos que querían -y aún quieren- construir un
mundo justo.
Podrías morar en la elegía; pero no, elegiste
habitar los espacios de la protesta, y del
enfrentamiento. Anidas en el grito.
Te saludo con unción.
Te quiero mucho.
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COMO INTRODUCCIÓN / Por Elena Belmont Por una verdadera pasión de libertad y
justicia,
por una mágica pasión de verdad,
escribo estos poemas.
A mis 30.000 desaparecidos.
Pronto será otro día. Pronto será otra lluvia.
Pero yo no dejaré mis poemas olvidados, perdidos
para siempre.
Porque todos los días y en todas partes
ustedes, queridos hijos, gravitarán sobre mí,
sobre todas las Madres de la Plaza.
Sobre sus emociones
sobre la belleza, la memoria y el tiempo.
COMO SOMOS LAS MADRES / Por Elena Belmont Nosotras, las Madres somos
como antiguas montañas sin edad.
Como antiguas estatuas
que parecemos piedras.
Hundimos nuestros pies
en el fondo de todos los tiempos
buscando la profunda sabiduría
que nuestros hijos nos dieron
Por eso las palabras de ellos resuenan
muy hondamente dentro de todos nosotros.
Que el viento del mundo siempre las haga
resonar.
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Imagen: Carina Barbuscia sobre fotos de
Alapalabra