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Por Grupo Editor / 2 de Agosto de 2013
NUEVO JUICIO EN ROSARIO
LA DEMANDA QUE INSISTE

En pocos días más, en los Tribunales Federales de Rosario dará comienzo un nuevo juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos durante los años del terrorismo de Estado. Doce represores enfrentarán este nuevo proceso judicial, que expone -una vez más- los relatos de los compañeros sobrevivientes a la luz pública. Una crónica larga y resistente que supera olvidos y silenciamientos, que gambetea a la maquinaria de la impunidad, que vuelve -siempre vuelve, como decía el querido "Pelado" Félix Reinoso, porque tiene alma de valija y corazón de boomerang- a pronunciar lo no dicho, lo desterrado del discurso de medios y campañas. A exigir lo imposible. A concretarlo. A caminar, a seguir caminado, detrás del horizonte. Voces en carne viva, heridas de un cuerpo colectivo que no deja de destilar su demanda de Memoria, Verdad y Justicia.




LA CAUSA GUERRIERI II
El jueves 1 de agosto se realizó en el Centro Educativo de Empleados de Comercio una charla informativa sobre el próximo juicio oral y público donde se juzgarán a represores que actuaron en el Batallón 121, la segunda parte de la llamada Causa Guerrieri.
"Se viene el segundo juicio oral y público contra represores del Batallón 121 del Ejército y queremos que no falte nadie”, indicó la organización Hijos Rosario, que preparó la charla informativa con vistas al proceso que dará inicio el próximo 9 de agosto.
Durante este proceso, serán doce los genocidas que deberán rendir cuentas sobre los delitos de lesa humanidad cometidos durante el terrorismo de Estado, lo que otorga a este juicio una característica extra: "será el de más imputados desde que comenzó esta etapa de la lucha por verdad y justicia", aclaran desde Hijos Rosario.
A diferencia del primer juicio por delitos de lesa humanidad que se realizó en Rosario, en el que fueron condenados a prisión perpetua cinco integrantes del Batallón 121– en este proceso oral y público se agregarán siete imputados más, al tiempo que "otra diferencia es los hechos por los que están imputados", añade el comunicado.

En el proceso serán juzgados "por delitos como privación ilegítima de la libertad, aplicación de torturas, asociación ilícita y 14 homicidios los represores Pascual Omar Guerrieri, Juan Daniel Amelong, Jorge Alberto Fariña, Marino Héctor González, Ariel Zenón Porra, Alberto Enrique Pelliza, Ariel López, Walter Salvador Dionisio Pagano, Eduardo Rodolfo Costanzo, Juan Andrés Cabrera, Carlos Sfulcini y Joaquín Tomas Gurrera", informaron desde la organización.
Al mismo tiempo, "los hechos por los que se los acusa fueron cometidos bajo la órbita del Batallón 121 del Ejército en un circuito que incluye lo centros clandestinos de detención (CCD), La Calamita de Granadero Baigorria, Quinta de Funes, La Escuela Magnasco, La Intermedia y Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu", consigna la información brindada por Hijos Rosario.

LA PRIMER CONDENA
La primera parte de la Causa Guerrieri se elevó a juicio el 31 de agosto del 2009, con una impresionante manifestación convocada por los organismos de Derechos Humanos, y concluyó con la lectura del fallo del TOF Nº 1, a cargo del presidente del mismo, Otmar Paulucci, el 15 de abril de 2010.
El Tribunal condenó a los cinco imputados -Pascual Omar Guerrieri; Jorge Alberto Fariña; Juan Daniel Amelong; Eduardo Rodolfo Costanzo y Walter Salvador Dionisio Pagano- a la pena de "prisión perpetua, inhabilitación absoluta y perpetua y accesorios legales y costas", y calificó a los crímenes como "de lesa humanidad".
Una nueva manifestación convocada por los organismos de Derechos Humanos fue el marco de la lectura del fallo de esa primera causa tramitada en Rosario. Tres militares y dos civiles de inteligencia, juzgados y condenados por su responsabilidad en el control operativo de cinco centros clandestinos de detención: La Calamita, Quinta de Funes, Escuela Magnasco, La Intermedia y Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu. Entre otros delitos: secuestro y torturas cometidos contra 29 personas, y los homicidios de 17 de ellos, de quienes hasta el día de hoy sus cuerpos continúan desaparecidos.

LUCHAS Y MOVILIZACIONES
Alicia Gutiérrez y Ramón Verón son querellantes en la causa que terminó con la condena a los represores. A la hora de trazar un balance de lo que significó este primer juicio en la ciudad de Rosario, Alicia Gutiérrez sostiene que "en la provincia de Santa Fe hemos avanzado muchísimo este último año. Esto es producto de la lucha de tantos años de los organismos de DDHH pero también del acompañamiento que tuvimos a lo largo de estos años de una parte importante del pueblo argentino que se moviliza, cada 24 de marzo, en el inicio de los juicios. Son hechos muy importantes y paradigmáticos. La memoria sigue viva en una parte importante de la población".
A su turno, Ramón Verón evalúa también que "la movilización es importante. Y es también consecuencia -como pasó el último 24 de marzo- de que en este país puede haber justicia, y se expresa cuando la gente sale a la calle".

LA RESPONSABILIDAD AUSENTE
La sentencia en la causa Guerrieri-Amelong, lejos de cerrar un capítulo, abre un espacio clave para la continuidad de la larga marcha en busca de verdad que han sostenido los organismos de Derechos Humanos en la región, con las inquebrantables Madres de Plaza 25 de Mayo a la cabeza. Porque como lo sostiene el psicoanalista Alfredo Grande, "el terrorismo de Estado no es un capítulo. Es un libro de varios tomos que se sigue escribiendo, y Silvia Suppo es una de sus trágicas pero ni siquiera últimas páginas". El mapa de la represión no estará completo hasta que se juzgue a los responsables económicos del terrorismo de Estado. Un juicio que deberá ser no sólo con el Código penal en la mano. Porque como lo remarca Grande, "querer juzgar al pasado con el código penal es un reduccionismo jurídico. Al pasado se lo juzga (evalúa, pondera, se cuestiona cada una de las historias oficiales) con otros códigos: políticos, filosóficos, éticos, morales, afectivos, ideológicos". Y también, en ocasiones con la institución-Justicia.
Sobre esas responsabilidades ausentes hasta ahora en los juicios por crímenes de lesa humanidad, sobre esas posibilidades, Alicia Gutiérrez señala que "ojalá pudiéramos hacerlo. Porque no sólo fue un golpe militar, sino cientos de civiles que se beneficiaron y que empujaron a las FFAA para dar este Golpe: los grupos económicos más concentrados que -como siempre- estuvieron en la Argentina atrás de los distintos golpes de Estado que se dieron a lo largo de la historia del siglo veinte"
Para Ramón Verón, la cosa está clara. Este juicio "abrió una primera etapa. Han pasado 34 años desde el Golpe y recién ahora hemos sentado en el banquillo al brazo ejecutor. Ahora hay que buscar el brazo ideológico de todo este proyecto".

Oscar Guerrieri, Jorge Fariña, Juan Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Costanzo, parte del aparato represivo del Estado que sembró de pólvora y picana el sur santafesino, fueron sentados por primera vez en el banquillo de los acusados, y condenados.
El próximo 9 de agosto volverán a ocupar ese lugar, junto con otros siete represores.
Allí estarán Norma, Chiche, Lila, Matilde, Herminia. Nuestras Madres.
Darwinia Gallicchio, María Irma Molina, María Rosa White, Nelma Jalil, Elena Belmont, Élida López, entre otras muchas Madres de Plaza 25 de Mayo, no llegaron a verlo.
Mucho de ese territorio de dignidades recuperadas también les pertenece.
Ellas, nuestras Madres, nos siguen enseñando cada día que la única lucha que se pierde es la que se abandona.

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Imagen: Carina Barbuscia sobre fotos de Alapalabra y El Movimiento Rosario.
 

 
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