Por Osvaldo Bayer / 02 de Noviembre de 2012
LA MEMORIA, LA LUCHA Y LA ESPERANZA
¡ADELANTE!
Nuestra historia. Con sus actos de inmensa
riqueza humana y sus egoísmos, desaciertos y
crímenes. Justamente ahora, dentro de pocos
días, el próximo 6 de noviembre, se cumplen 130
años de la fundación del Vorwärts, el club
socialista alemán en Buenos Aires. Esa palabra
quiere decir: ¡Adelante! Quince emigrantes
alemanes, expulsados de su país por el gobierno
de Bismarck por difundir ideas socialistas,
arribaron a la Argentina. Y aquí resolvieron
seguir su lucha. Gente sencilla, estudiosa, con
aspiraciones de una sociedad más justa y feliz.

Un obrero, Karl Múcke, fue el de la iniciativa;
invitó en aquel 1882 a varios de sus
connacionales a la cervecería Bieckert, que
estaba en el Paseo de Julio, a fundar una
entidad obrera que se basara en los principios
del socialismo, ideas por las cuales ellos
debieron dejar su tierra natal.
Así nació esta entidad que hoy existe todavía.
Fueron ellos los que trataron de tomar contacto
con todos los otros sectores de la sociedad
argentina –los criollos, italianos, españoles,
franceses, polacos– para luchar por una sociedad
igualitaria tal cual lo cantaban los argentinos
en el Himno Nacional desde 1813: "Ved en trono a
la noble igualdad. Libertad, Libertad,
Libertad".
Fueron ellos, ese grupo de alemanes idealistas,
los que también organizaron el primer acto en
Buenos Aires para recordar el Primero de Mayo.
Sí, el día que en Chicago comenzó la gran huelga
por las ocho horas de trabajo que terminó con
cinco anarquistas –cuatro alemanes y un inglés–,
ahorcados por la "Justicia" estadounidense y que
fue la gran señal que llevó a la lucha obrera en
todo el mundo para lograr ese horario de trabajo
indiscutible y humano. Y ese primer acto
conjunto de los obreros se llevó a cabo en el
Paseo de Julio. Los obreros de cada comunidad
extranjera emigrada a la Argentina tuvieron un
representante que habló en su propio idioma,
porque todavía no habían aprendido el habla de
Buenos Aires. Un alemán, un criollo, un
italiano, un español, un francés y un portugués.
El diario La Nación de Mitre, trató de burlarse
del acto expresando que para qué se reunían los
obreros si no se entendían y cada uno hablaba su
idioma. Deberían haber aplaudido que, a pesar de
que no se entendían, se reunían todos en su
condición de trabajadores para demostrar el
mismo propósito: lograr la justicia social. Y
fundaron el periódico El obrero, en dos idiomas,
enfocado en la lucha por una dignidad de clase.
En un tiempo muy difícil, el de los Mitre y los
Roca. Este último iba a sancionar la ley más
cruel de nuestra historia, la 4140, la Ley de
Residencia. Contra los extranjeros que traían la
semilla de la rebelión social.
Hermoso gesto el de homenajearlos ahora.
El 6 de noviembre estaremos a las 19 horas en el
Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes
l543, Buenos Aires) para recordar los 130 años
de estos héroes civiles casi anónimos que
prendieron la chispa de la justicia social en
las calles argentinas. (Claro, nunca
encontraremos ninguna foto de esos héroes del
pueblo junto a un representante de la oligarquía
que había financiado la campaña del desierto de
Roca. Pero ahora sí podemos ver la foto conjunta
de dos sonrientes: del ultra
conservador-"liberal" Macri con el sindicalista
Moyano. Curiosidad evidente de las fantasías de
la realidad).
Y pasemos a otra lucha que debe ser constante.
Es la que llevan a cabo las organizaciones que
se han comprometido siempre a atender a nuestros
niños con hambre. Que los hay y desde décadas
que existen. Un manifiesto de las organizaciones
de la sociedad civil sobre el abandono y la
desprotección de los niños pobres de la
provincia de Buenos Aires nos ha conmovido. Nos
ha conmovido su comunicado y el haber ya
abandonado el silencio para denunciar a viva voz
nuestra realidad.
Son más de tres mil organizaciones sociales y de
derechos humanos que desde hace años se dedican
a defender los derechos de más de 163.000 pibes.
Sí, tal cual, 163.000 pibes que necesitan comer
y ser atendidos. No hay ninguna exageración ni
ningún fin político en hablar de esta realidad.
Sí, esta escena bien argentina lleva ya muchas
décadas y es necesario plantarse para decir
basta a quienes la ignoran o pretenden mirar
para otro lado.
El comunicado tiene un estilo muy doloroso y
diríamos hasta desesperado. Pero desesperación
por pura bondad. Por ver cómo se ha abandonado
un deber primordial: el presente y el futuro de
nuestros niños pobres.
Esas instituciones lo dicen sin pelos en la
lengua: "Desde hace largo tiempo que el atraso
en el pago de los convenios por parte del
Ministerio de Desarrollo Social y la Secretaría
de la Niñez de la Provincia de Buenos Aires; la
precarización de las trabajadoras/res de la
infancia y la falta de recursos para dar
respuesta a situaciones críticas de nuestras
comunidades son síntomas del gobierno de Scioli
de abandono y desinterés, constituyéndose una
línea política represiva hacia nuestros pibes y
pibas, y no propiciadora de espacios de
inclusión ni efectivización de derechos. Los
pibes, las pibas pobres no interesan".
"El incumplimiento del Sistema de Promoción y
Protección de Derechos hace que nuestros pibes
terminen sin posibilidades reales de construir
proyectos de vida liberadores, ofreciéndoles de
esta forma un futuro marginal, donde las
cárceles de la provincia de Buenos Aires
terminan convirtiéndose en las políticas reales
de adolescencia y juventud de este gobierno".
El comunicado, luego, no se arrodilla, tiene
algo de desesperación ante la diaria realidad de
los niños que llegan a los comedores infantiles
y no encuentran comida. Dicen esas
organizaciones de la generosidad: "El
cumplimiento efectivo de las leyes de niñez y
adolescencia para garantizar los derechos
contenidos en la Convención Internacional de los
Derechos del Niño, Niña y Adolescente debe ser
ya. Para que esto sea posible deben invertir en
políticas y programas que den respuesta a la
cruel realidad que viven miles de niños, niñas,
adolescentes y familias en sus barrios".
Las organizaciones firmantes son de reconocida
actuación y honestidad, por ejemplo, el Centro
Angelelli, la Fundación Jorge Novak, la Obra del
Padre Cajade, la Fundación Farinello, el Serpaj,
con Pérez Esquivel, y también el legendario
Vorwärts.
Estas y más de medio centenar de organizaciones
de derechos humanos marcharon el 1º de noviembre
desde el frente del Congreso a la Casa de la
Provincia de Buenos Aires. Allí estuvimos.
Vorwärts. ¡Adelante!, pues.
Por una Argentina sin pibes con hambre.
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Imagen: Carina Barbuscia sobre fotos de
Cooperativa de Fotógrafos
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