Por Grupo Editor / 26 de Octubre de 2012
JUEVES EN LA PLAZA
LOS SUEÑOS PERMANECEN PARA SIEMPRE
El significado político del Día de la Madre
quedó expresado entre las diferentes y muchas
voces que, el jueves pasado, llevaron a la plaza
las necesarias palabras que nunca alcanzaran
para agradecer la lucha y la persistencia
infinita. Los pañuelos que borra el tiempo
vuelven a ser pintados, una y otra vez, y los
pájaros perdidos regresan con la sonrisa que
traen las nuevas miradas.
Audio: Juan Emiliano Basso / Eric Arellana
Bautista
Las palabras que guardó Norma Vermeulen, fueron
leídas en la misma Plaza 25 de Mayo a principios
de los años 80, cuando el terror agazapado se
encontraba de frente con estas mujeres
desafiantes, que no bajaban la mirada.
El homenaje y la reivindicación a la lucha de
los hijos volvieron a ser pronunciados, en la
voz de Ana Moro que leyó aquella carta guardada:
“Madres que buscáis a vuestros hijos
desaparecidos: GRACIAS por esa generación de
seres humanos excepcionales, sanos de espíritu,
pensantes, sensibles, valientes, que lucharon
con la conciencia limpia y con un sentido de
moral insobornable.
La historia de la lucha de vuestros hijos no se
escribe en días ni años, ni quince, ni veinte,
pero cuando se escriba la verdad, la historia
los enaltecerá con justicia, porque sus
objetivos no son vanos, y decimos que no son
vanos porque desde la creación están en
vigencia.
Madres de gigantes, sigamos buscando todos
juntos que se haga justicia, que se conozca el
destino de cada uno de vuestros hijos, vivos o
muertos ¿dónde están? ¿Por qué sus jueces y
verdugos no asumen la responsabilidad de
informar si realmente están tan seguros de su
infabilidad?
Madres de desaparecidos por causas políticas,
que el Día de la Madre no sea para vosotras de
pesar o de dolor por el hijo ausente, que el
orgullo las haga sentir plenamente compensadas,
porque ellos sintieron la necesidad de cumplir
con un deber que los grandes siempre obviaron”.
Tras las palabras, Juan Emilio Basso, periodista
y militante de HIJOS Rosario, expresó el
significado político de asumir el camino que
marcaron las Madres y la certeza de que no se
puede volver atrás.
Alrededor del monolito que recuerda a los hijos
y a las Madres que ya no están, la ronda volvió
a convocarse, y desde la ciudad de Bogotá,
también dijeron presente los representantes de
HIJOS Colombia, con su testimonio del terror que
persiste en un país con 50.000 desaparecidos, de
las cifras oficiales que hablan de 18.000, como
si el horror pudiese ser atenuado mediante los
números.
Eric Arellana Bautista, poeta y militante de
HIJOS Colombia, eligió homenajear a las Madres
con su poema contenido en su libro: "Tránsito de
un hijo al alba"
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Imagen: Carina Barbuscia sobre fotos de
Alapalabra y Graciela Borda Osella