Por Pablo Álvarez / 18 de Octubre de 2012
OSCAR EN LOS MUROS
AQUELLOS FUEGOS
Oscar Alberto Medina, obrero y delegado
metalúrgico de los talleres Fillipini de Villa
Gobernador Gálvez, padre de familia y militante
del partido Demócrata Progresista. Nació el 12
de noviembre de 1952. Fue secuestrado y
desaparecido de su domicilio en Villa Diego,
apenitas al sur de Rosario, el 20 de octubre de
1976 cuando tenía 24 años. Junto a él, su
hermano Héctor Medina, sobreviviente del horror,
conoció de luchas, cárceles y resistencias.
Tenía apenas 17 años cuando fue detenido hasta
salir en libertad a los 23. Reproducimos un
fragmento de la entrevista en la que Héctor
resumió parte de la historia de Oscar, y la
enorme lucha de su madre, Elisa Medina, Madre de
la Plaza en Rosario y Villa Gobernador Galvez.
Audio: Héctor Medina - Hermano de Oscar
Medina
El 17 de Noviembre del año 2009, el Concejo
Municipal de la Ciudad de Rosario decidió
homenajear con el título de Luchadora
Distinguida a Elisa Medina, Madre de Plaza de
Mayo y una de las fundadoras de Familiares de
Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas
de Rosario. Elisa había fallecido el 1° de Mayo
de ese mismo año, y a partir de la distinción
post mortem, parte de la ciudad y los medios
locales se hacían eco por primera vez en la
historia de la lucha de una mujer enorme, y de
la resistencia obrera de Villa Gobernador
Gálvez.
Elisa nunca dejó de reivindicar a su hijo, por
sobre todas las cosas, como un trabajador, y así
lo demostraron sus palabras el 11 de Noviembre
de 1995 cuando sobre la gastada camisa roja de
Oscar escribió:
-tu camisa, la última que te vi usar, es desde
entonces mi bandera, mi compañía, y hoy la
entrego para que sea memoria de todos...
Un compañero trabajador. Así lo recuerda la
Comisión de Derechos Humanos de Villa Gobernador
Gálvez, que el próximo sábado 20 de octubre
recordará a Oscar Medina a través de la
construcción de un Mural Colectivo.
Recordarlo de ese modo fue por siempre la
bandera de Elisa Medina, que falleció un Primero
de Mayo.
Y más allá del misterio, de los tres puntos
suspensivos de lo definitivo, cuando se baja el
telón, la voz de Elisa seguirá siendo escuchada,
cada vez que la memoria de aquellos fuegos
regrese para interpelarnos y decirnos que hoy
también es hora de rebelarse y de cambiar el
mundo.
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Imagen: Carina Barbuscia / Fotos Indymedia y
Alapalabra