La vida en los márgenes
por Jorge Cadús

ENCUENTRO DE PROYECTOS ALTERNATIVOS: HACIA UNA ECONOMÍA SOCIAL

Fue el viernes 4 de marzo, con el año casi recién iniciado. Varios proyectos de trabajo alternativo se dieron cita en Alcorta, localidad del sur santafesino, para compartir experiencias, historias, y sueños inconclusos. Allí estuvieron la Cooperativa Buscavidas, creada por los internos del Instituto Agudo Ávila de Rosario; la Cooperativa de Intercambio Socioeconómico (CISE) y la Cooperativa de Trabajo Alcorta, que fracciona la yerba Titrayjú.

 

 

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Eduardo Muttasi es psicólogo, y coordinador de la Cooperativa Buscavidas, conformada por los "internos" del Instituto Psiquiátrico Agudo Ávila de Rosario. Junto a un grupo de profesionales de la salud mental, Muttasi lleva adelante en ese hospital, más conocido como "el Suipacha", una experiencia diferente que intenta romper los muros del encierro, des-institucionalizar la locura. "Nosotros no tenemos miedo de usar la palabra locura. Locos en cierto sentido estamos todos" afirma Muttasi, y cuenta un viejo chiste que encierra algo de razón: "hay quien dice que lo que está en el Suipacha es una pequeña muestra de toda la ciudad de Rosario. En realidad, la locura pasa por otro lado: el mercado es una locura. Las condiciones de vida de mucha gente es una locura. Se sufre, y aunque la vida no es toda felicidad, de lo que se trata es de ayudar a vivir a ese otro con su sufrimiento".

En ese marco, y a partir de una asamblea semanal que se realiza en el Ávila, nació la Cooperativa de Trabajo Buscavidas. "Surge como un trabajo clínico", cuenta Muttasi, "porque uno de los problemas en las personas de reciente ingreso como de larga institucionalización es la cuestión del trabajo. La dificultad de acceso al trabajo, de hacer unos mangos para puchos, o para el colectivo. Les sugerimos que vean cómo salir adelante, y a partir de la experiencia de algunos de estar mangueando en la esquina, salió esto de vender productos".

La Cooperativa se reúne los viernes por la mañana, y allí deciden todo: cómo vender, quién puede vender, cómo se incluyen, de qué manera. En este espacio común, dice el responsable del proyecto, "pueden discutir todo, y son acogidos en todo lo que dicen, así lo que digan sea un delirio. Ya el delirio de la autonomía es un propio delirio neurótico, de decir que todos somos autónomos, aunque siempre necesitamos del otro. Estos espacios son para contar con otro que pueda darnos una mano".

Para Eduardo Muttasi una persona internada es alguien "que se ve despojado de su familia, de sus bienes, de su trabajo; despojado de lo social", y a partir de esta experiencia "hay una restitución: en tanto derecho ciudadano, habitar la ciudad, circular por la ciudad, poder vender en la ciudad, hacer ocupación de las esquinas, de las plazas, de los teatros, de los museos", completa.

Renacimientos
El 24 de marzo del 2003, una treintena de trabajadores desocupados crearon la Cooperativa de Trabajo Alcorta. Una iniciativa de laburantes que una asamblea parió en sueño de trabajo propio. La presidenta de la Cooperativa, Silvina Devalle, relata que "fue la concreción de un sueño, de un tiempo de trabajo importante, de trabajo grupal de un grupo de beneficiarios de los Planes Jefes y Jefas de Hogar". El primer producto que la Cooperativa puso en circulación en las calles de todo el sur santafesino es la yerba producida por la Cooperativa Río Paraná, de Misiones, que reúne en su nombre una declaración de principios: "Titrayjú". Tierra, trabajo y justicia.

La yerba ahora es comercializada en Rosario -entre otros- por los miembros de la Cooperativa Buscavidas. Para Devalle, la apertura de la Cooperativa que preside hacia experiencias alternativas de relación es una concepción "que estuvo presente siempre. No hay salidas individuales. Indefectiblemente es con otros".

Márgenes
Desde hace aproximadamente dos años, la Cooperativa de Intercambio Socioeconómico (CISE) -nacida a partir de gente de distintas asambleas populares de Rosario- trabaja alrededor de modos de relación económica alternativos, basados en la idea de economía social. Fabiana Sacnun, una de sus fundadoras, explica que en la concepción del CISE existe una convicción: "no existe una economía si no es social, pensando en la gente, para la gente y con la gente. Creemos en el trabajo en red, donde el intercambio supera ampliamente la instancia de intercambiar productos. Entonces aparece el intercambio subjetivo, el crecimiento, el aprendizaje, el borrar algunos bordes, con los que todos trabajamos desde distintos lugares".

El CISE fue el encargado de enlazar a la Cooperativa de Alcorta, que fracciona la yerba "Titrayjú", y a la Cooperativa Buscavidas, que la vende. Sacnun sostiene que hay muchos espacios de encuentro más allá de la simple relación comercial: "todos estamos apostando a la dignidad, a los derechos humanos, a la salud mental".

Encuentros
El viernes 4 de marzo, finalmente, los tres proyectos de trabajo alternativo se dieron cita en Alcorta. Allí, en medio de un almuerzo compartido, se contaron experiencias, se sumaron proyectos, y hasta se discutieron precios y descuentos. Para Eduardo Muttasi, "juntarse, intercambiar experiencias, salir a la calle, es todo parte de una lucha contra el estigma de la locura. Porque el estigma no está solamente en lo edilicio, en el hospital. Está en la sociedad misma. Me parece que el trabajo mayor es fuera del hospital, en la comunidad. Mostrar que las personas que sufren tienen oportunidad de seguir viviendo en la ciudad, de seguir ejerciendo su derecho al trabajo, a la vida, a una vivienda".

Por su parte, Fabiana Sacnun sostiene que "hay que pensar esto de dónde está el adentro y el afuera del sistema", porque "de alguna manera todos quedamos afuera, y creemos que desde esos lugares se pueden construir muchas cosas. No hay salidas individuales. La salida es siempre colectiva".
Y Silvina Devalle relata una historia que tiene que ver con la construcción política y social cotidiana a partir de los afectos: "no es simple esto de sostener el respeto por el otro en todo. Cuando te das cuenta que en lo cotidiano esto se puede, cuando esto se materializa en gestos, es porque vamos para adelante. Cuando el otro deja de ser amenazante y de quien desconfiar, y podemos recostarnos en el compañero y confiar. No es poco darnos cuenta de que hay alguien al lado que ocupa el lugar de otro, de otro que no me amenaza, sino que me acompaña".

 

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